Si bien no pude asistir al estreno el jueves 14, ayer no dejé pasar la oportunidad y fui a verla junto a mi familia. Al llegar al cine, había colas inmensas para las películas en cartelera y, como buen viernes por la noche, la sala 1 se llenó de gente ansiosa por ver esta nueva producción nacional.

 

La película, desde el comienzo, nos ofreció risas por montón. El trío de amigos representado por los grandes Ricardo Blume, Carlos Gassols y Enrique Victoria se enfrascan en una última aventura que comienza con la ida al partido del club de sus amores, el SBA, que justo el día que fallece Enrique, se jugaba la baja a segunda división. Pero como no puede ser de otra manera los cuatro se enfrascan en una aventura que los llevará a revivir gloriosas épocas pasadas.

 

Las ocurrencias que suceden en la película, desde el robo de las cenizas del amigo hasta la -no tan loca-  idea de que sus cenizas tienen que ser esparcidas en el mar junto a una orquesta al amanecer, nos atrapan y nos vuelven un personaje más de la trama. La naturalidad y confianza con la que se trata este trío principal nos hace reír con ellos, nos hace cantar con ellos, nos hace sentir sus penas y nos da una clase magistral de lo que es la lealtad a un amigo.

 

El guion, que fue un trabajo conjunto de Fernando Villarán y Gonzalo Ladines (co-productor de la micro serie web “Los Cinéfilos), no decepciona para nada, al contrario, presenta sencillez así como también la chispa y picardía característica de los chalacos, incluso usando groserías típicas de los ancianos sin llegar a lo vulgar u ofensivo. Lo innovador es la fuerza que toman los personajes representados por Carlos, Enrique y Ricardo ya que son ellos quienes marcan el ritmo de la película, son ellos quienes nos dicen qué hacer y rompen con la clásica imagen de personaje mayor que solamente hace papeles pasivos.

 

Viejos Amigos te deja con una muy grata sensación al salir de la sala del cine, una de nostalgia, de querer buscar a esos amigos que no ves hace buen tiempo y ponerte el primer par, para empezar. Altamente recomendable para que la familia se divierta y se pueda enfrascar en una gran aventura de la mano de estos maestros de la actuación.