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LA COCINA DE ANITA

Por: Renzo Bambarén
El gabinete Jara logró conseguir el voto de confianza en el congreso pero, irónicamente, la votación ha generado desconfianza en el ambiente político que cada vez se encuentra más parcializado en el congreso y que se tuvo definir gracias al voto dirimente de Ana María Solórzano.
Algunas personas y hasta congresistas han comparado esta votación con el fútbol y la han definido como una agónica tanda de penales, pero que fue triunfo, al fin, para el nacionalismo. Pero… ¿fue un triunfo? Fue un triunfo concreto, pero una derrota moral. Esta vez, para los que no les gusta el fútbol, explicaremos la jornada política en términos gastronómicos.
“Unas cuantas cucharadas de diálogo con las bancadas, seguido, agregar grandes porciones de debate en el pleno del congreso, luego obtendremos dos votaciones en abstención, pero no se preocupe, debe esperar un fin de semana para que repose la masa política. Para darle sabor, un tuit de Nadine Heredia. Envíe dos ministros a sus curules. En caso le falten más votos agregar una pizca de voto dirimente y finalmente quedará listo nuestro delicioso voto de confianza “.
Tras leer esta receta, probablemente la televisión nos mostraría un suculento pastel como los de Sandra Plebisani, pero la realidad es otra. Este pastel se ve delicioso, pero la cocinera no es lo que parece, ella está tratando de obtener rating a como dé lugar y carga con la responsabilidad de sacar su canal de TV a flote. Pero volviendo al pastel, nadie sabrá que está amargo, solo lo sabrá la producción del programa, quienes no consiguieron los ingredientes necesarios. Algunos integrantes de producción ya han ido renunciando, pues no aguantan más la situación, y los que quedan, dejan mucho que desear.
El oficialismo ha ganado pero ha pasado un gran susto. Hubo un empate de 54 votos para darle la investidura a un gabinete que tiene más cuestionamientos que fortalezas. Mayorga y Urresti son algunos de los cuestionados. Definió el voto dirimente de Ana María Solórzano, pero ese no es el asunto. Dos de los ministros que también son congresistas, corrieron a sus curules en los momentos de votación para autoaprobarse, definitivamente un claro conflicto de poderes. ¿Trabajan para el poder ejecutivo? ¿Para el legislativo? ¿Los dos a la vez? ¿También quieren ser del judicial?, es decir, yo quiero que un grupo de amigos me acepte en su grupo, ellos empatan, pero yo también quiero votar y me autoapruebo en el grupo, yo quedo en su grupo pero la mitad de ellos están descontentos. ¿Es eso posible? Probablemente si por algunos defectos de la constitución del 93, pero no es ético.
Esta victoria sabe más a derrota, porque Ollanta Humala ya sabe que no tiene fuerza en el legislativo, y porque ahora el oficialismo tendrá que ceder muchas cosas para que Humala y compañía puedan lograr sus objetivos, es decir, Humala no podrá gobernar sobriamente si es que no cede ante las fuerzas políticas de oposición. El oficialismo ha ganado, pero va a perder mucho en lo que viene.
Foto: difusión