En 1987, Palestina da inicio al levantamiento llamado “Infitada”, que consistía en arrojar piedras y otros objetos a las tropas israelíes. Dejó como resultado, la muerte de 1470 palestinos y 271 israelíes. Esto duró hasta que se firmó los acuerdos de Oslo en 1993, donde Israel reconocía a  la Autoridad Nacional Palestina y ésta al Estado de Israel. Al parecer se había llegado a un acuerdo.

 

Aún así las tenciones entre ambas partes continuaron, especialmente con la llegada al poder del primer ministro israelí Ariel Sharon y el surgimiento  de Hamas en Palestina en el 2007, considerado por la unión Europea y Estados Unidos como una organización terrorista, por lo que Israel decide imponer un bloqueo económico en Gaza.

 

De esta manera inicia en el 2008, la denominada guerra de Gaza cuyo objetivo es eliminar la base militar de Hamas.

 

Durante la operación Margen Protector, iniciada por las Fuerzas de Defensa de Israel,  el sistema de defensa antimisiles, domo de hierro, ha jugado un papel importante. Derribó más de 600 cohetes, es decir un 90% de los mísiles lanzados contra tierras judías. Esto ha generado que las consecuencias de la disputa sean desiguales.

 

Actualmente Egipto se ha desempeñado como mediador y está vigente una tregua de cinco días. Las negociaciones se llevarán a cabo en el Cairo. Parte de la delegación Palestina está conformada por Hamas, quienes  reclaman el levantamiento del bloqueo israelí, que fue  impuesto en el 2006 y la apertura de la frontera con Egipto.

 

Por otro lado, el gobierno del derechista Benjamin Netanyahu pone como condición para la paz la desmilitarización plena de la franja.

 

Ahora Israel debe afrontar un desafío, y es justificar la muerte de una gran cantidad de civiles. El gobierno tiene que decidir si colaborará con una investigación de posibles crímenes de guerra, llevada a cabo por una comisión de la Organización de Naciones Unidas, quien se especula, ya tendría un veredicto antes de que comiencen las pesquisas, por lo que Israel piensa que siendo parte de ellas, sólo admitirían su culpabilidad. Se discute también la posibilidad de que no se estaría tomando en cuenta los ataques a zonas pobladas por parte de Hamas.

 

Es irónico pensar que los judios que fueron víctimas de uno de las más grandes genocidios de la humanidad se conviertan en victimarios en un conflicto que ha cobrado la vida de cientos de personas.