Por: Jordan Huerta

 

Verita es un programa desarrollando por la Asociación Civil Transparencia y Utero.pe para observar las hojas de vida que se presentan al JNE, dando alertas y reportes sobre antecedentes políticos, judiciales, entre otros. Toda una amenaza para los candidatos que no declaran, por decirlo menos, sus “irregularidades”.

 

¿Qué se puede esperar de aquellos candidatos que a pesar de mentir en sus hojas de vida, no se enteraron sobre este software que puede desmentir y sacar a la luz toda la información omitida? La función principal de Verita es encontrar la verdad en las hojas de vida y si estos postulantes cayeron en sus redes, queda claro que la verdad, está lejos de sus propuestas de gobierno.

 

Los números que va arrojando Verita son cada vez más vergonzosos: 1395 candidatos con sentencias penales (871 por juicios de alimento y 113 por peculado), 2131 postulantes se encuentran en el Registro Nacional de Condenas (RNC), ante ello las instituciones estatales no se quedaron de brazos cruzados y el ministro del Interior, Daniel Urresti, informó sobre 124 aspirantes con algún tipo de proceso o condena por tráfico ilícito de drogas.

 

A eso tenemos que agregarle los 11 condenados por terrorismo, 18 que no pasan pensión por alimentos, 10 candidatos “golondrinos” (personas que no residen en el lugar que declaran) y la lista va a continuar, porque la labor de Verita no se detiene.

 

¿Se tenía que llegar a este extremo? Bien o mal, la respuesta es sí. En nuestro país donde la política es cada vez menos respetada y los que aspiran a ser parte de ella, aumentan cada vez más, resaltando en mayor cantidad sus intereses personales y en donde el bienestar del país, parece ser el último punto de su agenda.

 

Ahora, la buena labia, la carita bonita, los almanaques y demás estrategias para ganarse a la opinión pública, no será suficiente para estar en un sillón de gobierno. El primer filtro está en marcha y los candidatos deben pensar más de dos veces antes de querer mentir en sus hojas de vida, no solo se trata de prometer y prometer, el candidato debe estar respaldado, además de una comprobada capacidad de gobierno, por una vida correcta, de no ser así, deberían evitar salir a las calles y gastar su dinero, Verita llegó para poner las cosas en orden.

 

Es responsabilidad de las autoridades detectar a estos malos elementos, el ciudadano tiene derecho de conocer bien a quién lo va gobernar. Si se necesita de Verita para tener a los políticos adecuados, se debería empezar a crear una versión dos para los que creyeron que si pasan este filtro, todo estaría de su lado. La tentación viene cuando ya crees tener el poder, cuando ya pasaste la tormenta y ves a todos desde arriba. Pero Verita II tiene pies y cabeza, es humano y trabaja silenciosamente. El verdadero periodista, debe continuar el trabajo iniciado por Verita, el trabajo conjunto pondrá en aprietos a más de uno. Tenemos Verita para rato.